Las elecciones en la provincia de Córdoba consagraban esta noche como nuevo gobernador a Martín Llaryora, del oficialista Hacemos Unidos por Córdoba, que se imponía por escaso margen sobre Luis Juez, de Juntos por el Cambio. La pelea voto a voto entre ambos volvió a mostrar el poderío del distintivo peronismo cordobés pero dejó un buen augurio en el escenario nacional para el frente opositor y en particular para Patricia Bullrich.
El sucesor elegido por el gobernador Juan Schiaretti -actual candidato presidencial para las PASO- se imponía con el 42% de los votos contra el 40% de Juez, cuando iban escrutadas el 83% de las mesas. Durante buena parte del conteo el referente opositor estuvo arriba y en el búnker de Juntos por el Cambio la expectativa por un batacazo se mantenía hasta el último minuto.
Con 3 millones de personas habilitadas para votar, Córdoba concentra al 8,6% del padrón nacional, lo que la convierte en la segunda de mayor importancia después de Buenos Aires para una elección presidencial, y se caracteriza por haber sido en los comicios nacionales de los últimos años altamente refractaria al kirchnerismo. De hecho, en esta ocasión sacó apenas el 2%.
El peronismo local, desprovisto de señas K, revalida así su poder en una provincia estratégica y con su líder lanzado a las presidenciales pero la disputa «palo y palo» que protagonizó Juez frente a ese espacio y el caudal de votos que logró, a pesar de la derrota, es motivo de festejo para Juntos por el Cambio de cara a las elecciones nacionales.
En ese marco, Bullrich es la que más festeja y por esa razón viajó temprano a Córdoba. En el sector alineado con su candidatura presidencial evalúan que ese 40% de Juez se inclinará mayoritariamente por ella cuando se mida en las PASO de agosto con Horacio Rodríguez Larreta, quien hace poco propuso sumar a la alianza.
Elecciones: ¿qué implica la pelea voto a voto de Juez y Llaryora para Bullrich?
Aquel movimiento frustrado del otro candidato presidencial de Juntos por el Cambio hirió el vínculo con Juez, que se acercó más a Bullrich al igual que buena parte de la alianza opositora de Córdoba.
Juez y Llaryora protagonizaron una elección muy reñida en Córdoba y clave para la oposición de cara a las PASO
El ruido generado por Larreta a semanas de los comicios locales hizo que incluso el ex presidente Mauricio Macri -a quien Córdoba le dio la victoria en 2015- fuera a la provincia a respaldar al candidato, a pesar de que nunca se estimaron mutuamente.
En ese contexto, Bullrich tenía decidido hace días ir a la provincia el día de la elección y ponerse al frente cualquiera fuera el resultado. Olfateó la posibilidad de atribuirle la derrota a Larreta, aunque fuera sutilmente, y a la vez captar a esos votantes de Juez a los que considera propios.
Si bien la casi extinción del kirchnerismo en Córdoba hace que los votantes de Hacemos Unidos por Córdoba y los de Juntos por el Cambio tengan perfiles similares ya que no se da «la grieta» que marcó los últimos comicios nacionales, lo que distingue a los segundos es que está más alejado de alternativas peronistas como la de Schiaretti.
Al ser el gobernador y su sucesor dirigentes de centro, como Larreta, la campaña de Bullrich ve allí una balanza más inclinada en su favor de cara a la PASO en la que se decidirá la candidatura presidencial de Juntos por el Cambio para octubre y el peso de Córdoba es clave en el tablero nacional.
Desde Córdoba, Juntos por el Cambio y Schiaretti miran las nacionales
Por otra parte, el apoyo histórico de los votantes cordobeses a Juntos por el Cambio en comicios nacionales hace que el resultado de Juez se convierta, para la alianza opositora, en una aproximación sobre cuál puede ser su caudal electoral de base en una provincia clave de cara a las PASO. Es por ello que la pelea que dio el actual senador nacional será saludada por todos los miembros de la alianza y no solo por Bullrich.
La presencia de Schiaretti en las elecciones presidenciales y el triunfo de Llaryora ponen un signo de interrogación sobre quién tendrá el apoyo de esta provincia cuando lleguen el 13 de agosto y el 22 de octubre. Es decir, cuánto podrá captar Juntos por el Cambio del voto que este domingo fue para Hacemos Unidos por Córdoba.
El resultado de Juez en Córdoba es visto por Bullrich como un potencial respaldo a su carrera presidencial
Pero entra en juego otro factor, que es la proximidad entre Juntos por el Cambio y Schiaretti. A pesar de la airada reacción de Bullrcih y Juez contra el intento de Larreta de sumar al gobernador de Córdoba, poco antes Llaryora había mantenido una reunión con Macri, cuya larga amistad con el «Gringo» es conocida.
A ello se suma que, pese al fracaso del intento por ampliar Juntos por el Cambio con el peronismo cordobés, entre Larreta y Schiaretti quedó tendido un puente de cara al futuro. Esa alianza se podría concretar si el jefe de Gobierno porteño llega a la Casa Rosada el 10 de diciembre. En ese contexto, los votos de Llaryora pueden ser de interés para el candidato del PRO.
Por el momento, Schiaretti no dejó pasar la oportunidad de mostrarse junto a su candidato a vicepresidente, Florencio Randazzo, en el búnker oficialista para capitalizar el resultado local de cara a las nacionales.