Ciento treinta y dos córners. Cinco goles. Treinta por ciento en la Liga Profesional en general. Son números sueltos, parece, pero son los que rondan en la cabeza de Martín Demichelis. Por eso el entrenador de River los repite de memoria en la conferencia de prensa posterior a la derrota como visitante ante Argentinos Juniors, un equipo más que aprovechó la táctica que le quita el sueño al DT: la pelota parada.
Fueron dos de los tres goles los que padeció de esa forma el Millonario, uno de Matías Di Cesare y el otro de Luciano Gondou, que con un doblete fue la figura del encuentro de la primera fecha de la Copa de la Liga Profesional en La Paternal. Y pensar que en Núñez lo ‘soltaron’ en el tramo final de las divisiones inferiores.
Todavía en las entrañas del estadio Diego Armando Maradona, a Demichelis se lo notaba molesto. Quizás no en el tono de voz con el que asumió la conferencia de prensa, sino porque sabía que la pregunta iba a llegar y la respuesta estaba plena en su cabeza, sin titubeos, sin errar un dato.
«Me voy muy preocupado de acá, porque salvo el último gol de hoy, anteriormente nos hicieron cinco de pelota parada, tres en la Copa Libertadores más los primeros dos de hoy (Marco Di Césare y otro de Gondou con el pie derecho)», apuntó Demichelis.
«Pero estamos trabajando en eso y lo seguiremos haciendo, analizando y debatiendo con el grupo para intentar corregirlo», remarcó, antes de refugiarse en las estadísticas para detallar que el «30 por ciento de los goles en el fútbol argentino se hacen de córner».
¿Pero qué le pasa a River? Se trata de un ‘mal’ identificado desde los primeros partidos del ciclo Demichelis, allá por febrero. Fue, paradójicamente, el mismo Argentinos Juniors el que lo expuso, cuando lo visitó en el Monumental por la tercera fecha de la Liga Profesional, que el Millonario terminó ganando.
En aquel momento, Miguel Torrén lanzó un centro preciso centro con rosca al segundo palo, en el que apareció absolutamente solo Kevin Mac Allister, para anotar el parcial 1-0 del Bicho de Gabriel Milito. Después, River lo dio vuelta con dos penales convertidos por Migue Borja y Esequiel Barco.
Y ahí se pudo analizar que el equipo de Martín Demichelis elige, en la mayoría de los casos, por una marcación zonal. Como todas las tácticas, tiene sus pro y sus contras, porque si hubiera algo que le funcione a todos los equipos por igual el fútbol sería totalmente aburrido, ¿no?.
Entonces, marcar en zona permite, generalmente, atacar la mayor cantidad de espacios y reparte la responsabilidad defensiva entre todos los actores, incluso el arquero. El problema llega cuando vienen las dudas, porque una pelota bien colocada hace que los jugadores se señalen entre ellos para identificar quién tenía que despejar.
De hecho, a River le pasa que de un tiempo a esta parte pierde en los saltos o ni siquiera intentar ganar en el aire, lo que provoca desatención en una segunda jugada.
Lo positivo es que, generalmente, un buen trabajo de scouting permite recargar de gente los sitios donde el rival suele buscar hacer daño con la pelota detenida y tener un grado de anticipación para recuperar y contragolpear.
«Pero atención que hasta ese gol de Gabriel Mercado en Brasil nos habían tirado 132 córners y nos habían hecho solamente dos goles, que fueron los de The Strongest por la Libertadores y Platense por la Liga Profesional», aclaró Demichelis.
«Pero es cierto que estamos pasando en estas últimas dos semanas por situaciones en las que nos convirtieron muchos goles de pelota parada, y por eso debemos seguir haciendo hincapié en solucionar eso», completó.
Sufre lejos del Monumental
En la Liga Profesional que ganó hace poco más de un mes, River fue el equipo que más puntos sumó como visitante. Fueron 25 puntos en 14 partidos, con 24 goles a favor y 13 en contra. Pero esa estadística, también, parece ir de mayor a menor.
Porque de los últimos 12 encuentros que disputó lejos del estadio Monumental solo pudo ganar uno: ante Banfield por 4-1 en el Florencio Sola.
Después empató cinco (Rosario Central, San Lorenzo, Vélez, Sporting Cristal y Atlético Tucumán) y perdió los restantes seis (Fluminense, Talleres de Córdoba -dos veces-, Barracas Central, Internacional de Porto Alegre y Argentinos Juniors).
Con la eliminación en la Libertadores y la Copa Argentina, a River solo le queda por delante asumir esta Copa de la Liga Profesional -torneo que no ha podido ganar en tres ediciones-, además del clásico ante Boca por la postergada Supercopa Argentina. Por lo pronto y con tiempo para trabajar, ya sabe dónde poner el foco.