Cuando se prepara una boda, todo el servicio y los detalles deben estar organizados y sincronizados para que salga a la perfección y, tanto los novios como los acompañantes, disfruten de ese día tan especial en sus vidas. Lo mismo pensaban Elena y Juanfran en su boda civil celebrada el pasado sábado, 26 de agosto, en un cortijo de Montoro, hasta que todo se complicó con el servicio de catering, dando como resultado una larga lista de intoxicados, presuntamente, por el mal estado de la comida.
De los más de 180 invitados, según ha informado la familia de los contrayentes, muchos han pasado por el centro de salud de Montoro, y otros por centros privados, al sufrir síntomas de fiebre, dolor abdominal, vómitos y diarreas. Cuando los novios acudieron a la prueba de menú, en diciembre, «todo estaba perfecto. La carrillada, la torrija como postre, y el sorbete, entre otros platos». Pero, según han narrado a este periódico, nada tuvo que ver con lo que vivieron la noche del sábado, en la que «los alimentos olían mal y presentaban un estado lamentable. Las bebidas y las gambas, calientes; y la carne, fría». A la hora de la barra libre se encontraron con que el servicio no tenía hielo y un primo del novio «tuvo que bajar al pueblo a comprar cubitos». Testigos presenciales afirmaron a este periódico que «las mesas estaban mal colocadas, e incluso los camareros entregaban las bebidas a los invitados para que estos las fueran repartiendo al resto de los invitados, incluyendo la mesa de los novios, denotando esta actitud una evidente falta de profesionalidad». «Algo realmente surrealista», apuntan, a lo que no daban crédito los casi doscientos invitados a la celebración.
Pago por adelantado de todo el servicio
Lejos de la situación que estaban viviendo en primera persona, señalan que trataban de «disfrutar del momento» y compartir este día tan especial con los contrayentes para pasar la velada lo mejor posible.
Para colmo de males, explica la familia que de solicitarles una señal para el servicio, el responsable de la empresa de catering, unas semanas antes les sorprendió con que «había que abonar la totalidad del mismo antes de la celebración». Y con todo resuelto para la llegada del gran día, «la atención y el producto dejaron mucho que desear», insisten, hasta el punto de que las dos familias tienen previsto presentar una denuncia ante la Guardia Civil, Consumo y Sanidad, ya que los contrayentes y sus familiares se sienten engañados.
Entre los comensales no solo había ciudadanos de distintos lugares de España, sino también de diferentes nacionalidades, por lo que «la imagen que se han llevado es lamentable». Esta falta de organización ha causado daños psicológicos y morales a los familiares, que están dispuestos «a llegar hasta el final».
Los novios se encuentran disfrutando de su luna de miel en Tailandia. Mientras tanto, todo sigue su curso esperando que la empresa de catering resuelva los daños ocasionados a estas dos familias montoreñas.
Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la empresa de catering, aunque esta ha rehusado dar su versión de los hechos.