El 23 de septiembre de 2001, después de un 6-1 a Lanús, el Virrey dejó hablando solo al por entonces presidente del club, quien le pidió que aclarara por qué no renovaba el contrato.
23 de septiembre 2023, 06:20hs
Boca le había ganado 6 a 1 a Lanús. Incluso, el sexto gol lo había metido Naohiro Takahara, el delantero japonés que el por entonces presidente del club había traído a pesar de no ser del gusto del entrenador. Ese mismo día, Carlos Bianchi dejó plantado nada menos que a Mauricio Macri en plena conferencia de prensa.
Fue el 23 de septiembre de 2001. Faltaba poco para que el Boca del Virrey jugara la final de la Copa Intercontinental contra el Bayern Munich en Tokio. A esa altura, de la mano de Carlos Bianchi Boca había ganado dos Libertadores, una Intercontinental, tres campeonatos locales y había sumado 40 partidos seguidos sin perder.
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Con un título internacional más por disputar y siendo el vigente bicampeón de América, el entrenador ya había dado a entender que no iba a renovar el contrato que se le vencía el 31 de diciembre de ese año. Después de tanto éxito y de tres años y un poquito más (asumió en julio de 1998), el Virrey quería parar la pelota
El día que Carlos Bianchi dejó plantado a Mauricio Macri
Mientras Bianchi ofrecía su habitual conferencia de prensa, Macri irrumpió en el lugar y se sentó junto al DT. “¿Qué hacés Mauricio?”, le dijo, sorprendido. Se paró, le dio un apretón de manos y le cedió su asiento. Sorpresivamente, el dirigente le consultó si eran verdad esos rumores de que no prolongaría su contrato, dándole paso a un ida y vuelta muy incómodo. El tenso diálogo duró cuatro minutos y 50 segundos…
Macri no anduvo con vueltas: “Vos tenés que darnos una respuesta porque los hinchas de Boca merecemos tener claramente la situación y no que haya malos entendidos que llevan a una situación tan penosa como la que hemos vivido hoy, cuando Boca es una institución modelo. Así que tenemos el derecho…”, empezó su monólogo.
Fue en una conferencia de prensa: el entonces presidente del club le quiso pedir que explicara su decisión de irse del Xeneize.
El presidente del club cerró su alocución con contundencia, mientras el clima se tensaba a cada segundo. “Así como vinimos acá a explicar cuál era nuestro proyecto, cuál era nuestro compromiso. Por la misma razón tenemos que explicarle por qué el proyecto no sigue. Y así las cosas se aclaran y yo también me termino de enterar porque la verdad quiero saber las razones, o si estoy equivocado. Porque por ahí yo estoy equivocado. Entonces le pido por favor que, corresponde, que aclare”.
Bianchi devolvió: “Me hicieron la pregunta recién y dije que no iba a hablar del contrato. Yo he tomado la decisión de no renovar el contrato con Boca. No he renunciado: yo no prolongo el contrato a partir del primero de enero, ya está. No tengo por qué decir las causas. Esto es así. No hagamos como esos programas que pasan todos los días a las tres o cuatro de la tarde. Yo a los 52 años no estoy para eso”.
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Macri insistía para que el entrenador dijera que se iba por una decisión propia y no porque hubiera alguna diferencia con los dirigentes y, por ende, con él. El presidente, en realidad, no quería pagar el costo político de no poder retener al DT. “No puedo ponerme a discutir…”, dijo el Virrey, que se paró y empezó a irse. “¡Pero tenés que aclararlo!”, pidió Macri. “Ya está. Chau”, saludó el DT. “No corresponde…”, se enojó el ingeniero. “Buenas tardes”, tiró el Virrey ya cerca de la puerta de salida.
A Macri, desplantado, le costaba reaccionar. “Lamento mucho no haber podido aclarar este tema”, expresó. Luego, habló durante seis minutos más para repetir una y otra vez que Boca ofrecía hacer todo lo que hiciera falta para que Bianchi se quedara. “Hablé con todos los dirigentes del club y si ellos son parte del problema, se van todos”, agregó. Ya era tarde.