Después de varias semanas de discusión, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), al frente de Abel Furlán, firmó la última parte del acuerdo salarial anual para los trabajadores metalúrgicos, con las cámaras empresariales del sector.
Cómo es el acuerdo salarial de la UOM
El convenio establece un aumento salarial del 42% para el bimestre febrero-marzo, distribuido en un 20,6% a partir del 1° de febrero y un 13,2% desde el 1° de marzo, aplicándose ambos de manera retroactiva.
Así, se concluye el ciclo 2023-2024 de negociaciones colectivas con un incremento total anual del 279%, elevando el salario mínimo de las categorías técnico y administrativo de $111.603 en marzo de 2023, a $423.390 en marzo de 2024. Incluyendo los adicionales pactados, se asegura un ingreso mínimo para todo empleado de jornada completa de $547.580.
Como sucede en la mayoría de los sectores industriales, existe un desfasaje con la inflación anualizada que alcanzó el 287% (INDEC). Las empresas acordaron abonar los pagos retroactivos en la primera quincena de abril, aunque estos tendrán un carácter no remunerativo.
Admira, Afarte, Fedehogar, Camima, Caiama y AFEC, son las cámaras que suscribieron el acuerdo
Admira, Afarte, Fedehogar, Camima, Caiama y AFEC, son las cámaras que suscribieron el acuerdo
Los nuevos montos se abonarán de manera proporcional a aquellos empleados que realicen jornadas menores a las legales, ya sea bajo regímenes de trabajo a tiempo parcial o con jornadas reducidas.
El sindicato se comprometió a evitar conflictos o acciones sindicales relacionadas con salarios en los meses venideros, aunque ambas partes deberán comenzar nuevas negociaciones para el acuerdo salarial del periodo 2024-2025.
Los sueldos en blanco ya perdieron 24% de su valor
Mientras el gobierno nacional sigue sin homologar paritarias por encima de la inflación, que podrían comenzar a recomponer el poder de compra, el indicador oficial basado en los salarios del empleo registrado en el sector privado volvió a perder la guerra contra precios y tarifas, y ya acumula cuatro meses a la baja.
Así lo demuestra el cálculo de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que para ese mes fue de 619.007,05 pesos mensuales, un 11,5% más que en enero y 183% más que en febrero de 2023.
Esto dejó a ese indicador oficial por detrás de la inflación medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) que había sido de 13,2% intermensual y de 276,2% en 12 meses.
La pérdida de poder adquisitivo de los salarios reales es de alrededor del 24% desde noviembre, cuando comenzó esta tendencia recesiva.
Asimismo, el salario promedio de los trabajadores formales medido en el RIPTE tampoco alcanza la canasta básica para un matrimonio con dos hijos menores que mide el INDEC, y que se ubicó en 690.901,57 pesos si no tienen que pagar un alquiler.
Sueldos: la pérdida de salario real
El economista Christian Buteler calcula que en un trimestre la pédida de salario real fue del 19%, y que en 12 meses la baja fue del 25%, tras varios años consecutivos de pérdida de poder adquisitivo.
«Pero es cierto que no existe un indicador que mida de forma ‘perfecta’ los sueldos en Argentina. Habría que hacer algún proxy entre el RIPTE y el indicador de salarios del INDEC», aclaró Buteler a este medio.
Salvador Vitelli, economista, sobre el RIPTE
El Ripte es un indicador oficial que contempla la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que reciben los trabajadores bajo relación de dependencia registrados en forma continua -para un mismo empleador- durante los últimos 13 meses. Vale la pena aclarar que, al estar basado en los salarios declarados en el SIPA, solo tiene en cuenta los componentes remunerativos. Muchas de las paritarias negociadas en los primeros meses de 2024 incluyeron componentes que se irán volviendo remunerativos con el correr de los meses.
Es decir, en caso de que no se vuelva habitual la no homologación de paritarias acordadas entre gremios y cámaras empresarias, a medida que los montos que se convinieron como no remunerativos pasen a ser considerados parte del salario, algo de esa pérdida de poder adquisitivo podría recuperarse. Más aún si la tendencia de la inflación continúa a la baja.
Por otra parte, según los cálculos del economista Salvador Vitelli, relevados por Noticias Argentinas, el retroceso del salario formal en el segundo mes del año confirmó la peor caída cuatrimestral en la historia del índice. En este sentido, superó el derrumbe de la convertibilidad en cuanto a un periodo de cuatro meses, que fue del 20%, y se acercan al mínimo mensual.