Un hacker robó los datos de más de 5,7 millones de licencias de conducir y los puso a la venta en Internet. Según explicitó, tiene un precio de 3.000 dólares. En un mensaje redactado en inglés aseguraron que “al presidente Milei no le interesa tener un plan de ciber seguridad, como en otros países del mundo”.
La información sobre esta filtración de datos en la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) la dio a conocer este martes por la tarde la firma británica BCA LTD, especialista en el análisis de amenazas cibernéticas. En concreto, lo que se ofrece a 3.700 dólares en la dark web es la base de datos completa con casi seis millones de licencias registradas en la Dirección Nacional de Registro de Propiedad del Automotor (DNRPA).
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Sin embargo, la ANSV aclaró que no se encuentran comprometidas ni las bases de datos ni la información sensible de los ciudadanos. En ese sentido, indicó que los datos alcanzados son aquellos «compartidos por la ANSV con unos pocos organismos que precisan información de la Licencia Nacional de Conducir para conformar la licencia digital».
«Afortunadamente este hecho fue alertado en el momento por el equipo de seguridad informática y eso posibilitó que se tomen los recaudos necesarios para frenar el acceso a esa información y bloquear futuros hackeos«, precisó. Además, aseguró que los equipos de seguridad informática y legales están trabajando en el asunto en conjunto con la Dirección Nacional de Ciberseguridad y con el Centro de Atención de Respuestas a Incidentes (Cert.Ar) «tomando las acciones pertinentes».
Un robo de datos tradicional persigue un fin estrictamente económico y suele manejarse, al menos en una primera instancia con sigilo, para pedir una recompensa a la entidad afectada. Pero en este caso no ocurrió nada de esto, los datos robados se pusieron directo a la venta y por un precio bajo para este tipo de crímenes cibernéticos, por lo que se sospecha que el hackeo es más un mensaje político que un tradicional robo datos.
Otra cuestión que alimenta esa hipótesis es la elección de las tres licencias de conducir que acompañaron un escrito del grupo de hackers. Nada más ni nada menos que el frente de los registros del presidente Javier Milei, la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y del Ministro de Defensa, Luis Petri.
Inclusive, para dar más visibilidad, el grupo de hackers también dio a conocer la foto de frente y reverso de las licencias de conducir de algunos famosos, como Marcelo Tinelli, Guillermo Francella, Tini Stoessel y Peter Lanzani, entre otros.
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En la Argentina, la única utilidad del carnet de conducir es justamente certificar que ciudadanos están aptos para conducir un vehículo y no se pueden hacer otras operaciones. Cosa que sí ocurre en otros países donde el registro tiene casi el mismo peso legal que el DNI para varios trámites.
Lo que sí posee el registro es mucha información sensible de todos los ciudadanos como quién es donante de órganos y domicilios de los conductores. Entre los datos que incluye la base, de 1.25 TB, está la credencial de ambos lados y toda la información que allí consta como: nombre completo, foto, QR, género, nacionalidad, fecha y lugar de nacimiento, dirección, tipo y grupo sanguíneo y nivel de licencia.