La falta de mejoras en la situación económica, combinada con las restricciones al movimiento de divisas, complican a las firmas. Las retiradas, en detalle
22/04/2024 – 11:20hs
Pese al discurso pro empresas extranjeras y la promesa de una recuperación rápida de la economía que sigue sin cumplirse, las compañías trasnacionales evidencian no sintonizar con las políticas vigentes y aceleraron la salida de la Argentina. A la reciente decisión del banco HSBC de vender su negocio al Grupo Financiero Galicia se sumaron, en estos días, la decisión de la petrolera estatal chilena ENAP de vender su filial en el país y, simultáneo, el aviso de la canadiense Nutrien de que abandonará su negocio de fabricación y venta de fertilizantes para el agronegocio local para, en cambio, enfocar su operatoria comercial en Brasil. En el caso de esta última, la empresa expuso en sus últimos resultados financieros que se vio afectada por la vigencia del cepo cambiario y las restricciones para la transferencia de divisas que aún rige en la Argentina.
Respecto de su retirada del país, Nutrien emitió un comunicado donde argumentó que se encuentra «simplificando y enfocando nuestra estrategia de negocio, priorizando los mercados clave y las oportunidades que mejor se alinean con nuestro modelo integrado para impulsar el crecimiento y reforzar el retorno a los accionistas».
«En este marco, para el negocio minorista global de Nutrien, hemos decidido desinvertir en Argentina, Chile y Uruguay, y centrarnos en nuestro negocio minorista en Brasil y otros mercados a nivel mundial», se indicó, de forma escueta.
En nuestro país, la empresa venía funcionando con 2 plantas industriales y hasta 130 puntos comerciales y depósitos. La firma es socia de la estatal YPF en la fábrica de urea granulada de Profértil.
Razones de salida
Según trascendió, en su «Reporte Anual Global 2023» la firma expuso que perdió más de u$s90 millones por las restricciones cambiarias que existen en la Argentina. «El Banco Central de la Argentina (BCRA) mantiene ciertos controles cambiarios que limitan nuestra capacidad de remitir efectivo desde Argentina. Los blue chip swaps (‘contado con liquidación’) son transacciones comerciales que efectivamente permiten a las empresas transferir dólares estadounidenses fuera de Argentina», declaró la compañía.
«A través de ese mecanismo, incurrimos en una pérdida de u$s92 millones por la compra de títulos denominados en pesos argentinos y las correspondientes ventas en dólares estadounidenses durante 2023», añadió.
Nutrien concentrará sus operaciones en el mercado agrícola de Brasil.
Por el lado de ENAP, la chilena venderá sus activos con vistas a reducir su exposición financiera en el país. Asociada a YPF, la firma opera principalmente en el ámbito offshore con un proyecto costa afuera en la zona del Estrecho de Magallanes.
«Nuestro compromiso con la sostenibilidad de largo plazo de ENAP nos obliga a veces a tomar decisiones difíciles, como la de poner a la venta nuestros activos de Exploración y Producción en Argentina, nuestro país hermano. Queremos poner dichos activos en las manos de empresas especializadas del sector petrolero, que le puedan dar continuidad en el largo plazo a dichas operaciones», expresó, vía redes sociales, Julio Friedmann, gerente general de la petrolera.
«Hemos decidido, al mismo tiempo, fortalecer la relación con YPF a través de la compra de petróleo crudo de la zona de Vaca Muerta, la que se conecta directamente con nuestra refinería de BioBio y nuestra Terminal Marítima de San Vicente a través del Oleoducto Transandino (OTASA), del cual somos socios también con Chevron. Dicho petróleo argentino está hoy llegando de forma continua al corazón de nuestras operaciones», aclaró.
Un éxodo que no se detiene
Las salidas de ENAP y Nutrien se alinean con la compra reciente de los activos de la aseguradora estadounidense Prudential por parte de la local Grupo ST. Dicho evento ocurrió pocas semanas antes de la decisión del HSBC de cerrar la venta de sus operaciones con el Grupo Financiero Galicia.
El mes pasado, en tanto, el gigante petrolero Exxon Mobil aceleró sus movimientos para salir del país y sus activos en el reservorio de hidrocarburos no convencionales en la Patagonia ya acumula ofertas de siete interesados. La compañía energética pretende hacerse con al menos u$s1.000 millones y la operación de traspaso es coordinada por el banco de inversión Jefferies Group.
También en marzo The Clorox Company, dueña de marcas emblemáticas como Ayudín y Poett, vendió el 100% del paquete accionario de su filial doméstica al fondo Apex Capital, propiedad del holding guatemalteco Grupo Mariposa.
La dueña de Ayudín, otra empresa que se retiró del país.
En tanto, a fines de diciembre otra compañía trasnacional, la alemana Fresenius Medical Care, un actor importante en el ámbito de las terapias renales, cesó operaciones tras vender su negocio al local Grupo Olmos. El entramado de clínicas y la producción que la firma llevaba a cabo en el ámbito doméstico quedó bajo el paraguas de Well Being SA, una subsidiaria de los Olmos.
Según trascendió, la operación implicó la «compra de la totalidad del capital social de Fresenius Medical Care Argentina, que incluye las 76 clínicas de diálisis y el centro de fabricación de la compañía en Argentina». Se estiman en más de 44 las empresas extranjeras que abandonaron el país en los últimos 5 años a partir de variables como la caída en el consumo, las restricciones cambiarias, la suba de costos operativos y la incertidumbre macroeconómica.