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La denunciante de Espinoza negó haberlo filmado y cruzó a DElia por acusarla de hacerle una cama

Melody Rakauskas, la exsecretaria privada del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, a quien denunció por abuso sexual, volvió a hablar este viernes y negó haber orquestado una estrategia para que el jefe comunal peronista sea implicado en la Justicia. Dijo que nunca lo filmó y que sí grababa las conversaciones entre ambos porque tenía miedo. Lo declaró luego de que el dirigente social Luis D’Elia la acusara de “hacerle una cama” al mandatario local.

“Cuando él va a su casa, ella tenía un dispositivo de cámaras, de grabadores. Y vos decís: ‘¿Y esto qué es?’. Es una cama. La verdad, pobre tipo. Ahí hubo abuso de la mujer. Una mujer que lo espera en su casa, le da la dirección, el tipo la visita y lo que hace es filmarlo, grabarlo”, comentó D’Elia, que así se abroqueló detrás de Espinoza, ahora procesado en la causa, donde se investiga el abuso sexual que habría ocurrido -de acuerdo al testimonio de Rakauskas- la tercera vez que el intendente la visitó en su casa, mientras ella era su secretaria, en 2021.

“No soy Agente 007, ni Espinoza es James Bond”, respondió en Radio Mitre primero la denunciante ante los dichos de D’Elia. “Es simple: no tengo cámaras, nunca tuve dentro de mi domicilio. Yo tenía miedo. Lo único que tenía en cada metro de mi casa era miedo, cada vez que [Espinoza] entraba a mi domicilio. Tenía presión porque estaba recibiendo a un intendente que se autoinvitaba. Yo tenía un celular grabando por si me pasaba algo. Él venía custodiado por personas armadas, cómo no voy a tener miedo”, aseguró para explicar por qué en el expediente hay conversaciones entre ella y el jefe comunal en la oficina o, por ejemplo, del día después en que se habría dado el delito. Y contra D’Elia indicó: “Para ellos es el mundo del revés”.

Rakauskas también expresó que prefiere no “recordar puntualmente” lo que pasó aquella noche en su casa porque le “duele mucho” cada vez que lo trae al presente y contó de nuevo que fue su exnovio quien la acercó al intendente, ya que eran amigos desde hace muchos años. “Cuando estaba por dejar el país para buscar una mejor posibilidad de vida en el exterior, mi pareja me dice que tenía una sorpresa, que no me fuera. Con la promesa de un trabajo digno, decente, de una mejor calidad de vida, me ofreció este trabajo en el municipio. Yo tenía 32 años”, narró.

En tanto, afirmó no estar segura de si su pareja de ese momento y Espinoza compartían negocios, pero deslizó que sí lo hacían. Y cuando le consultaron si ese hombre “la entregó” al jefe comunal, Rakauskas aventuró: “Yo creo que tenía bastante claro el propósito por el cual me llevó a ese lugar. Siempre le preguntaba: ‘¿Vos estás seguro de que acá no va a pasar nada?’. Le preguntaba mucho. No me parecía normal. Yo soy de Capital Federal, me parecía raro que me llevase a trabajar a ese lugar, a una zona tan compleja, grande; no me sentía del todo segura, veía que algo no estaba bien. Me preguntaba quién entraba, qué veía; y mi jefe me decía que no respondiera a nada, que mantuviera el silencio, que no le contara nada. Del otro lado tenía la presión de mi pareja que me preguntaba ‘qué viste, quién salió, quién entró’. Me volvían loca”.

Amenazas

Además, Rakauskas aseveró que su novio de ese entonces, una vez que ella renunció a la municipalidad y después de haber denunciado al intendente, la presionó para que no siguiera con la cuestión judicial. “Vino con planos, había 27 hectáreas para un desarrollo, unas casas, como un complejo para que vivieran personas de las colectividades boliviana y peruana. Me dijo: ‘Si agarrás esto, me hacés caso, está buenísimo, tenés que retirar la denuncia’. Creo que eran 900 millones de pesos de inversión, que los iba a poner mi pareja; parecía una licitación arreglada y yo retiraba la denuncia. Mi pareja me decía que con eso iba a estar bien de por vida. Me dio asco, vergüenza, no podía creer que fuese tan cínico y lo eché de mi casa”, reveló.

Por otra parte, también indicó que el intendente la amenazó para que cesara con la causa. “Me dijo: ‘Gordita, si seguís así, tenés los días contados’. Palabras más, palabras menos. Nunca me voy a olvidar de esa frase, me la dijo dentro del municipio, haciendo un abuso total de poder”, sostuvo.

El fallo contra Espinoza -que fue procesado por abuso sexual, acusado de haber sometido por la fuerza a “tocamientos impúdicos” a Rakauskas- lo firmó la jueza de instrucción de la Capital Federal María Fabiana Galletti. Además el jefe comunal fue procesado por “desobediencia”, debido a que desoyó la orden judicial de no contactar a la denunciante.

LA NACION

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