Hace años que Apple, para preservar la identidad de su buque insignia, introduce cambios muy tenues a sus nuevos modelos, tanto en su estructura como en el hardware. Por eso, llama la atención el espesor de la pisada que deja el flamante iPhone 16 Pro, sobre todo, si se lo compara con el modelo anterior.
La actualización más disruptiva es un nuevo botón para controlar la cámara y un disipador térmico para bajar la temperatura. Pero también ofrece biseles más finos, pantalla más amplia, mejores cámaras y mucha potencia para las nuevas funciones de IA.
La principal duda que se repite con cada lanzamiento -sobre todo para quienes tienen el iPhone 15 Pro- es saber si las mejoras justifican la renovación del equipo.
La opción que mejor fundamenta el salto es Camera Control, un botón ubicado en el lateral derecho, que no solo permite sacar una instantánea, sino activar una función similar a Google Lens para recibir información sobre lo que se muestra en pantalla.
Este disparador, dependiendo de la presión que se ejerza con el dedo, facilita el acceso al control del zoom, la grabación de videos y también, regular la exposición o la apertura de la óptica.
El otro elemento es un sistema de refrigeración que, mediante una subestructura térmica de aluminio, junto a un vidrio trasero «optimizado», se unen para disipar el calor. Según Apple, con una eficiencia del 20% con respecto al modelo anterior.
A continuación, una comparación a fondo entre los seis principales aspectos. Lo que se evalúa es: cámaras, pantalla, procesador, diseño y autonomía.
Sensores y cámaras
Como ocurre en cada lanzamiento, las cámaras del iPhone siempre dan un paso adelante. En este caso, las mejoras se focalizan en los sensores y también, en algunas funciones secundarias.
Aunque la cámara principal mantiene sus especificaciones con un 24 mm f1.8 y sensor de 1/1.28 pulgadas, una de las principales novedades es que ahora el angular (13 mm y f2.2) y asciende hasta un sensor de 48MP.
Así, este ultra gran angular, considerado como la pieza fotográfica más débil del iPhone, eleva su resolución hasta los 48 millones de puntos y lo acompaña con una lente f/2.2.
El teleobjetivo, sigue siendo un 120 mm f2.8 de 12 MP aunque, a diferencia de la generación anterior, ahora también está disponible en el iPhone 16 Pro y no sólo en la versión Pro Max.
Pantalla
Por primera vez en cuatro generaciones, Apple decidió ensanchar el tamaño de la pantalla del iPhone 16 Pro. Y si bien es una extensión poco significativa, ya que sube apenas 0,2 pulgadas (poco más de 50 cm) con respecto al 15 Pro, no deja de ser un incremento.
El resultado en la mano es un rectángulo de 6,3 pulgadas, con unos marcos más reducidos, contra las 6,1 pulgadas del 15 Pro. Este alargamiento corporal impacta en el peso final, ya que suma 7 gramos extra: 194 contra 187 gramos.
El brillo alcanza un máximo de 2.000 nits y ahora la pantalla puede atenuarse hasta 1 nit, lo que la hace versátil en diversas condiciones de iluminación.
El iPhone 15 Pro, al igual que el Pro Max, compartían la misma tecnología de pantalla, incluida la Isla Dinámica, ProMotion y Always On Display y ofrecían 2.000 nits de brillo máximo para visualización HDR.
En ambos terminales se conversa la resolución del año pasado, la tecnología OLED y la denominación Super Retina XDR, dos detalles que certifican que la calibración de estos iPhone sigue al nivel más altos.
Procesador
El iPhone 16 Pro incorpora el nuevo A18 Pro, con una CPU un 15% y una GPU un 20 % más rápida que el A17 Pro, del móvil anterior. El nuevo chipset anexa un motor neuronal de 16 núcleos que ofrece un 15% más de rendimiento.
Está fabricado con tecnología de 3 nonómetros (nm) de segunda generación. El A18 Pro no solo es más rápido, sino también más eficiente, ya que consume un 20% menos de energía.
El nuevo Display Engine y el codificador de video mejoran tanto la experiencia de juego como la grabación de video, mientras que el trazado de rayos acelerado por hardware promete gráficos más fluidos para los juegos móviles más exigentes.
Lo que implica que, el chip del iPhone 16 Pro aventaja a su antecesor en términos de velocidad y eficiencia, un detalle que lo convierte en la mejor opción para los usuarios avanzados, especialmente los que se dedican a tareas basadas en IA.
Diseño
Las partes posteriores son prácticamente idénticas a lo visto el año pasado, con un módulo de cámara triple, con la disposición que Apple lleva repitiendo desde el iPhone 11 Pro. Vuelve a recurrir al revestimiento de titanio, ahora de grado cinco, prometiendo ser aún más resistente que la generación anterior.
En el frontal, los biseles se reducen y le otorga una apariencia de amplitud. Apple ha reducido al mínimo todos sus bordes para ofrecer un frontal todo-pantalla, manteniendo una de las características más identificativas del iPhone: una simetría absoluta.
Ya el iPhone 15 Pro recurría a un cambio de diseño con la introducción del titanio de nivel 5, que dotaba al teléfono de un marco resistente pero ligero. Sin embargo, los bordes, eran redondeados, recordando a los antiguos modelos de iPhone.
El panel está protegido por un cristal frontal más resistente, que es un 50% más rígido que el Ceramic Shield de primera generación y el doble que el cristal normal.
Batería
La duración de la batería mejoró, aunque Apple nunca facilita los miliamperios, se estima que tiene unos 3.577 mAh y si bien es inferior a la capacidad del 15 Pro (3.650 mAh), consigue 4 horas más de autonomía: 27 horas contra 23.
El iPhone 16 Pro es compatible con la carga inalámbrica Qi2, algo no incluido en el 15 Pro, e incluye un cargador MagSafe más rápido. El iPhone 15 Pro supuso el cambio a USB-C, mejorando la velocidad de transferencia y permitiendo cargar otros dispositivos, como los AirPods, con el mismo cable.
iPhone 16 Pro vs. 15 Pro: ¿conviene comprar el nuevo modelo?
El precio (el nuevo 16 Pro arranca en 1.000 dólares) es algo que todos los consumidores, especialmente en esta parte del planeta, no pueden pasar por alto a la hora de comprar un dispositivo tan costoso. Sobre todo ahora que el iPhone 15 Pro bajará cerca de 200 dólares.
La recomendación es que, si uno tiene un iPhone 15 base o inferior (es el límite para acceder a la inteligencia artificial Apple Intelligence), conviene dar el salto al flamante móvil. En cambio, con un iPhone 15 Pro, tanto de lo estético como del desempeño, son más las similitudes que las diferencias.
SL