El reciente default de tres grandes empresas del agro local, entre ellas Surcos, Los Grobo y Agrofina ha puesto de manifiesto la delicada situación que atraviesa el sector agropecuario en el país y ya son varios los analistas que señalan entre los factores causantes de la crisis a «la caída de los precios internacionales de los commodities, un tipo de cambio artificialmente bajo que reduce la competitividad, y una elevada presión impositiva que han generado un escenario adverso para productores de todos los tamaños», como explica en un análisis del día de la fecha el Equipo de Estrategia de Inviú.
Grobocopatel pone distancia del default: «Soy socio minoritario, no manejo operatoria»
Las retenciones han copado la escena y vuelven a ser señaladas como «la piedra en el zapato» del campo, restando fuerte competitividad a los productores que perfilan una nueva campaña con dolorosos márgenes.
Esto coincide con la caída del poder de compra de los granos en relación con los insumos. Según un informe de AZ Group, se necesita el doble de soja que el promedio de las últimas tres campañas para adquirir un litro de gasoil o para pagar las labores agrícolas.
Esto llevó a que la Bolsa de Bs As realizara un ajuste en la superficie proyectada de menos de 200.000 hectáreas sembradas de soja, como consecuencia de márgenes ajustados que productores han desistido de sembrar o destinado a otras producciones.
El campo le apunta a las retenciones
Las voces críticas se multiplicaron la semana anterior, entre ellos Ricardo Buryaile, quien salió a manifestar la necesidad de que se defina una baja de retenciones. Por caso, el ex ministro de Agroindustria, hace algunos meses ya había dicho “El campo necesita incentivos y previsibilidad para producir más. Las pymes agropecuarias que invierten más de 20.000 millones de dólares por año, necesitan similares condiciones que vaca muerta, para poder desplegar todo su potencial».
Estos días, tras conocerse que Surcos, Agrofina y Los Grobo entraban en cesación de pagos, el mismo Buryaile señaló en la red social X «Hay más empresas en situación complicada, al igual que muchos productores. Ya habíamos advertido que el peso sobrevaluado y altas retenciones conducen a la destrucción de la producción. #BajenRetenciones”, clamó el también productor agropecuario.
Los Grobo y Agrofina, ligadas al empresario Gustavo Grobocopatel pero de las que ahora el es sólo socio minoritario, elevaron el 27 de diciembre pasado sendas comunicaciones a ByMA, alertando la imposibilidad de cubrir deudas contraídas.
Por caso, el vencimiento que no se cubrió el jueves 26 de diciembre pasado de Los Grobo fue de 100 mil dólares, y según se informa corresponde a una situación puntual: «Ante la creciente iliquidez en el mercado de pagarés bursátiles para emisores del agro sumado a la imposibilidad de cobro de ciertos créditos en favor de la sociedad y las dificultades financieras de una compañía relacionada». En ese caso se alude a Agrofina, con oficinas centrales en Carlos Casares y dedicada a la venta de insumos agrícolas, además de la producción, acopio y comercialización de granos. No hay información clara de cuál es el volumen que defaultearía la empresa, pero se especulan cifras de varios millones de dólares a marzo de 2025.
Y es que este contexto crítico ha afectado tanto a grandes como a medianas y pequeñas empresas, dejando al descubierto la difícil realidad de los productores que enfrentan márgenes negativos para sus cultivos.
Paralelamente, la firma Surcos que provee insumos también había explicado su delicada situación por la cual no pudo hacer frente a una deuda de u$s 500 mil.
Antonio Aracre, economista y Ex CEO de Sygenta analizó en la red x la situación y buscó elevar un mensaje a la política al afirmar que esta situación muestra que “se acabó la gallina de los huevos de oro”, en referencia al aporte del campo argentino.
“Hace dos años la soja estaba a 600 dólares. Hoy, vale la mitad. El litro de glifosato se pagaba 12 dólares y dejaba un margen del 40%. Hoy te cuesta venderlo a 4 dólares y con suerte te deja 10%. Al cobijo de esa coyuntura que pocos vieron como transitoria, se alquilaron campos a precios irrisorios y se montaron insumeras que ganaban mercado en base a crédito fácil. No es muy difícil entender lo que pasa en ese nicho del agro que tampoco es representativo de todos los productores ni distribuidores. Lo que sí hay es un llamado de atención a la política de que se acabó la gallina de los huevos de oro. Y también a las empresas del sector que deberán tomar decisiones quirúrgicas si quieren sobrevivir. No es con devaluación la salida”, sostuvo quien también fuera analista de Alberto Fernández.
Otras 4 empresas de agro con «perspectiva negativa»: la situación que atraviesan
En este maremoto de situaciones, en las cuáles no hay aún mirada clara sobre si involucran a todas las empresas del sector o se trata de «casos aislados» bien vale poner atención a lo que se ve en el horizonte, porque recientemente la calificadora de riesgos Fix asignó una perspectiva negativa a otras firmas del campo, entre ellas ALZ Semillas, Metalfor, Fuhrmann y Atanor, al tiempo que destacó sus elevadas deudas a corto plazo.
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En su informe diario, el equipo de Resaerch de Inviú se hizo eco del análisis de Fix y detalló que «ALZ Semillas, dedicada a la comercialización de semillas, reportó una caída interanual del 59% en sus ingresos, con una deuda que asciende a USD 18 MM, de los cuales USD 17 MM vencen en el corto plazo. A pesar de esto, la compañía mantiene opciones de flexibilidad financiera, como líneas de crédito y acuerdos con proveedores«, indica el análisis
Así, las calificaciones de ALZ Semillas, otorgadas por FIX, permanecen en A-(arg) con perspectiva negativa. En este marco, la calificadora advirtió sobre un posible aumento del apalancamiento y una reducción de los márgenes operativos si la situación no mejora en los próximos meses.
En tanto, Inviú recordó que Metalfor, uno de los principales fabricantes de maquinaria agrícola, «enfrenta una deuda financiera de USD 89 MM, con el 90% de los vencimientos concentrados en los próximos meses, lo que genera un fuerte estrés financiero. A pesar de estas dificultades, la empresa ha registrado un crecimiento en las ventas de maquinaria», señalaron.
Por el lado de Fuhrmann, líder en la exportación de lana, puntualizaron que según Fix «también se encuentra en una posición compleja debido a la caída de la demanda internacional y fluctuaciones cambiarias.
Fix le asignó perspectiva negativa y se fundamentó en el deterioro del sector y el crecimiento de su deuda, alcanzando los u$s 11,7 millones a septiembre 2024 desde u$s 1,9 millones en diciembre 2023
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Finalmente, Atanor, productor de agroquímicos, ha tenido una reducción en sus ventas y un aumento en su deuda a USD 202 MM, pero si bien enfrenta dificultades, el informe señala que la compañía continúa contando con el respaldo financiero de su grupo matriz, lo que le permite gestionar su deuda a través de refinanciamientos.
En este marco, Fix bajó le bajó la calificación a la categoría A(arg), Rating Watch Negativo, desde categoría A+(arg), Rating Watch Negativo y fundamentó la baja en la ajustada capacidad de generación flujos por parte de la compañía durante el 2024 derivado del cierre durante gran parte del año de la planta de San Nicolás, menores niveles de ventas tanto por un significativo sobrestock en la industria sumado a otros factores macroeconómicos con impacto negativo en los precios de sus productos.
Una coyuntura «en rojo» para los productores
Mas allá de la situación empresaria, las proyecciones tampoco se ven alentadoras para los productores.
Un informe reciente de CREA señaló que el escenario de rentabilidad de los productores está en «rojo». El índice de viabilidad que elabora la entidad advirtió sobre un escenario de rentabilidad muy complicado para todos los cultivos y en especial para la soja, el cultivo de mayor producción. “Solo el 10% de la superficie nacional se ubicaría en un rango de viabilidad económica positiva”, señaló la entidad. Y deja un doloroso resto «a pérdida o apenas con lo justo».
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En el caso del maiz solamente el 35% se ubicaría en resultado económicamente positivo. «El resto está a pérdida o apenas con lo justo», alerta CREA , con lo cual gran parte del área dedicada a la oleaginosa y al cereal están por debajo del Precio de Indiferencia (PI), “lo que supone que, obteniendo rendimientos promedios, no se alcanza a cubrir los costos de producción”, destacó el informe que con estos datos sumados a la mala coyuntura que atraviesan algunas compañías del sector, enciende alarmas sobre uno de los principales motores de la economía local.
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