Un nuevo informe elaborado por los investigadores de la Universidad Austral y colegas de otros países de la región da cuenta detallada de los fuertes cambios sociales y demográficos que están atravesando Argentina y el resto de América Latina.
Por ejemplo, según los datos más recientes, nuestro país ya lidera la región al tener el mayor porcentaje de hogares unipersonales: 24,6%, seguido por Bolivia y Brasil. O sea, en uno de cada cuatro “hogares” argentinos vive una única persona, sin otros miembros de su familia.
El estudio –publicado por integrantes de la Redifam (Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia) y la Austral, con motivo del reciente Día Mundial de la Población– también repasa otros datos. Frente a esta tendencia a hogares de una persona, los hogares “nucleares” descendieron al 57% del total y los hogares “extendidos” se mantienen estables, en torno al 17% de estos espacios sociales.
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“Este fenómeno –afirman los expertos– refleja la profunda transformación en los vínculos familiares y tiene impacto en el acompañamiento a las personas mayores y en la organización de su cuidado”.
En toda América Latina ya puede observarse un marcado ascenso de la conformación de hogares multigeneracionales (donde conviven dos o más generaciones unidas por lazos familiares). Estos ya suman, en promedio, el 21,5% según los datos de la Cepal. Claro que en los hogares de la región hoy se encuentran menos niños y más adultos mayores.
Reemplazo. Otro fenómeno es que Argentina ya registra una tasa global de fecundidad de 1,4 hijos por mujer, algo lejos del “umbral” de reemplazo generacional. La tasa bruta de natalidad ronda los 9,9 nacimientos por cada mil habitantes, cifra que también se ubica entre las más bajas de la región. Si a esto le sumamos una esperanza de vida promedio de 78 años y una edad mediana de 32,9, todo esto conforma una tendencia hacia una población de argentinos mayoritariamente adulta.
En el informe se observa que en países como Uruguay, Chile, Brasil y Argentina, se registra una clara tendencia hacia el envejecimiento, debido a que una parte importante de la población se concentra en edades más avanzadas.
“Por ejemplo, Argentina ya no es un país joven, y eso nos exige tomar decisiones políticas firmes e integrales. Debemos repensar nuestros sistemas de salud, laboral, de previsión social y de cuidados familiares para poder sostener una población cada vez más longeva”, afirmó la doctora Lorena Bolzon, presidenta de Redifam y decana del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral.