miércoles, 23 julio, 2025
InicioSociedadDerecha Fest. Milei y los epígonos libertarios

Derecha Fest. Milei y los epígonos libertarios

El pasado martes 22 de julio se realizó en Córdoba un controvertido evento de ultraderecha.

Una historia anunciada

Como era de esperarse en la previa del evento, la Derecha Fest fue un espacio de convergencia de los epígonos de la ultraderecha en nuestro país, junto con algunos invitados internacionales.

Allí se expresaron los dogmas más importantes del mundo libertario, desde ponencias de pastores evangélicos, pasando por supuestos periodistas que se llenan la boca explicando por qué hay que odiar aún más al periodismo, hasta el propio presidente, que rumió sus discursos ante su tropa.

Para coronar el evento, expulsaron a periodistas de Página/12 por órdenes recibidas desde Buenos Aires. Asimismo, cientos de personas se concentraron en Plaza Colón en repudio a la Derecha Fest.

Interna feroz

En un nuevo episodio de tensiones internas dentro del oficialismo libertario, el presidente Javier Milei aprovechó su intervención en la denominada “Derecha Fest”, realizada este fin de semana en Córdoba, para lanzar una fuerte advertencia a su vicepresidenta, Victoria Villarruel, y redoblar su apuesta electoral. “Muchos se van a sorprender con los resultados de octubre”, disparó Milei, en un mensaje cargado de tono desafiante.

El evento, organizado por referentes de la ultraderecha continental y patrocinado por think tanks neoliberales como la Fundación Libre, funcionó como tribuna para discursos contra el feminismo, los derechos humanos y los movimientos sociales, en un clima que combinó exaltación ideológica, tono mesiánico y declaraciones de guerra cultural.

La participación de Milei, quien cerró la jornada de forma virtual tras suspender su presencia presencial por “cuestiones de agenda”, tuvo un componente doble: por un lado, buscó galvanizar a su núcleo duro en medio de caídas en la imagen presidencial; por otro, encauzar el enfrentamiento con Villarruel, luego de una serie de votaciones en el Senado donde la vicepresidenta no actuó según la estrategia del Ejecutivo.

Una ultraderecha envalentonada

Durante el evento, que reunió figuras como Agustín Laje, José Antonio Kast (líder ultraconservador chileno), y exponentes de Vox, se desplegó un discurso homogéneo contra lo que denominan “el marxismo cultural”, el aborto legal, y la “agenda 2030”, convertida en nuevo blanco conspirativo.

Te puede interesar: Batalla cultural. Woke, ideología de género y la zaraza liberal

No obstante, el acto también expuso fracturas internas: el ex diputado Álvaro Zicarelli fue directamente expulsado del lugar por expresar críticas hacia los organizadores y advertir sobre la “inmadurez” política del oficialismo. Este episodio mostró los límites del pretendido bloque homogéneo de la ultraderecha: cualquier disidencia, por mínima que sea, es reprimida sin contemplaciones.

Crisis en el poder y estrategia de radicalización

La arremetida de Milei contra Villarruel no es un hecho aislado. Se da en el marco de un Ejecutivo jaqueado por la caída de los ingresos, el deterioro social y el aislamiento legislativo. En ese contexto, el presidente opta por profundizar su alianza con sectores de la extrema derecha, incluso por fuera de los marcos institucionales. La “Derecha Fest” fue, en este sentido, un espacio de autoafirmación ideológica y de negación del consenso democrático.

Mientras la vicepresidenta intenta jugar su propio juego con sectores del peronismo residual y del poder judicial, Milei refuerza su núcleo con un llamado a la “pureza doctrinaria”. El resultado es una escalada de tensiones que, lejos de ordenarse, fragmentan aún más al gobierno libertario.

¿Un octubre sorpresivo o una derecha en retroceso?

Pese a su discurso triunfalista, Milei parece desconectado de la realidad material que vive la mayoría de la población. El “sorprendente octubre” al que se refiere podría no llegar, o llegar por vías inesperadas: con una sociedad que, si bien aún muestra niveles de tolerancia, empieza a manifestar crecientes signos de hartazgo frente a los tarifazos, la recesión y la represión como respuesta a la protesta social.

Te puede interesar: La figura de Milei. Encuesta revela una desaprobación del 56,8%

En definitiva, la Derecha Fest fue una postal nítida del presente político: un gobierno atrincherado en sus dogmas, que se sostiene en base al odio al otro y a la fragmentación, más que en un proyecto de país para las mayorías.

Más noticias
Noticias Relacionadas