lunes, 25 agosto, 2025
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Reservas, el otro frente abierto del Gobierno: la advertencia de un banco internacional y el plan de Caputo

El ruido político está en niveles máximos. Las denuncias por presuntas coimas que podrían salpicar a lo más alto del gobierno de Javier Milei resonarán de aquí hasta las legislativas de octubre, y más también, según la evaluación que hacían en las últimas horas en la administración libertaria.

Convencidos de eso, consideran que la estrategia debe ser robustecer lo más posible el frente económico, con un plan que permitió bajar en forma sostenida la inflación y eliminar el déficit fiscal.

Con esos dos poderosos caballos de batalla, los estrategas de la Casa Rosada consideran que alcanzará para rozar el 40% de los votos en las elecciones, y lograr fortalecer el frente legislativo. «Cada diputado que entre por la Libertad Avanza será todo ganancia», es la evaluación que se hacía por estas horas, mientras el nerviosismo del equipo gubernamental va creciendo a medida que se acercan las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre próximo.

El papel clave de Luis Caputo en medio del ruido político

El rol del ministro de Economía, Luis Caputo, en este escenario de alta tensión política, es tratar de mantener a raya los principales fundamentos de la economía. Por un lado, los precios, por el otro, el dólar. Ambos se retroalimentan. La amplia banda de flotación dispuesta para salir del cepo para individuos, entre $1.100 y $1.400, nunca terminó de convencer a los agentes económicos.

En el propio equipo de Caputo empiezan a admitir que pudo ser un error no salir a comprar cuando la divisa cotizaba cerca del piso de la banda. «Es cierto, ahora nos habríamos sacado de encima el frente reservas, que para las elecciones es clave. La gente relaciona mayores reservas con menor riesgo cambiario. Y tiene razón.

La debilidad de los fondos atesorados en el Banco Central siempre animó presiones cambiarias, más allá de que la lectura fuese correcta o no.

Si se combina con ruido político, el escenario se complica aún más.

En este contexto, el influyente banco Barclays considera que algunas decisiones recientes aumentaron la probabilidad de que se materialicen dos escenarios desafiantes luego de las elecciones: un eventual estrés a partir de que el mercado anticipe una modificación del régimen cambiario, y que la priorización de la desinflación retrase la acumulación de divisas.

La suba de tasas, que el presidente Javier Milei consideró coyuntural, amaga convertirse en un dolor de cabeza cada vez mayor y frenar el crecimiento de distintos sectores económicos. En el Palacio de Hacienda aseguran que las tasas «caerán como un piano» el día después de las legislativas del 26 de octubre, cuando sueñan con un buen resultado que permita convencer a los agentes económicos de que Milei podrá seguir gobernando a puro veto para frenar los embates del kirchnerismo por torcer el rumbo económico y torpedear el superávit fiscal.

En el establishment financiero no lo ven con la misma claridad, y preocupa la posibilidad de que el kirchnerismo logre retener el bastión de la provincia de Buenos Aires, y que el triunfo a nivel nacional sea menos holgado de lo que imaginan las usinas libertarias.

Para Barclays, estas altas tasas reales y la reciente inestabilidad cambiaria podrían representar un obstáculo para la consolidación del programa económico.

Por eso, la entidad con sede en Londres dijo que serían importante consolidar mejores condiciones para la acumulación de reservas.

La tasa de interés real de los depósitos a plazo en Argentina tocó 30% anualizado, descontando la inflación esperada. Del mismo modo, los bonos soberanos indexados por inflación ofrecen rendimientos por encima del 15%.

Para Barclays, los altos intereses requieren un costo fiscal abultado, y provocan que, en un horizonte de un año, tasas reales al 20% en la deuda en pesos privada implican un gasto adicional de casi 1,7% del PBI, en comparación con intereses reales al 8%.

Cuántas reservas debe sumar Luis Caputo para fin de año

El nivel de reservas netas del Banco Central se mantuvo en el mismo nivel desde marzo, mientras que el de acumulación del segundo trimestre del programa con el FMI se incumplió por u$s3.500 millones.

Ahora, Caputo tiene un nuevo objetivo de acumulación de reservas acordado con el FMI para diciembre: el Banco Central deberá comprar casi u$s6.000 millones en los próximos cuatro meses. La idea es llegar a fin de año con niveles cercanos a los u$s45.000 millones de reservas brutas. Actualmente, están en u$s41.499 millones.

Por eso, el mercado descuenta que Caputo y su mano derecha, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, iniciará luego de las elecciones de octubre una ofensiva para robustecer las reservas, ya que la paciencia del FMI tiene un límite y otro incumplimiento sería imposible de disimular.

Y la ofensiva prevé hacerla desde el mismo lunes 27 de octubre, el día después de la crucial elección legislativa.

El Gobierno enfrenta un nuevo test clave

Mientras tanto, tras una semana marcada por las tensiones con las tasas y la suba del 2% del dólar a $1.335, incluyendo el fuerte contragolpe en el Congreso, el «plan de contingencia» para contener el tipo de cambio tendrá un nuevo test con la licitación de deuda en pesos prevista para este martes.

Está claro que Luis Caputo buscará evitar que los pesos presionen sobre el dólar antes de las elecciones legislativas (el 7 de septiembre son las bonaerenses y el 26 de octubre las nacionales), pero no será fácil.

Solo esta semana vencen pagos de deuda por $13,7 billones (unos u$s10.500 millones) y el 66% está en manos del sector privado.

Mucho de lo que pase en las próximas horas ayudará a entender cuál será el futuro del programa económico.

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