El escenario de guerra urbana en el que se convirtió Río de Janeiro en los últimos días tuvo un efecto en Uruguay. En su comparecencia al Parlamento para hablar de Presupuesto, el ministro del Interior del país, Carlos Negro, debió dar una respuesta por lo que sucede en el país vecino. Era un tema ineludible, en un contexto en el que la oposición alertaba por la fuga de bandas criminales desde la ciudad brasileña.
El ministro Negro anunció que el gobierno tomó medidas antes las imágenes que llegan desde Brasil y anunció que tiene previsto viajar al vecino país y dialogar sobre lo que sucede allí.
“Estamos abordando la problemática. Dentro de unos pocos días vamos a estar viajando a Brasil para tratar estos temas que seguramente van a estar arriba de la mesa con nuestros pares de la región y de América Latina, lo que seguramente va a ser un tema que vamos a abordar en conjunto”, dijo en una conferencia de prensa.
Carlos Negro, ministro del Interior de Uruguay
Los problemas de Río de Janeiro generan preocupación en el grupo uruguayo, que decidió reforzar el patrullaje en las fronteras. “Ya se tomaron medidas, ya hay órdenes expresas de custodia y de reforzamiento de la vigilancia de la frontera. La policía ya está tomando cartas en el asunto”, señaló.
“Nos lleva a pensar en lo que no puede pasar en nuestro país, en las cosas que no debemos hacer”, dijo el ministro. Negro definió como “dramáticas” a las imágenes que llegaron desde Río de Janeiro y opinó que se trató de una “violencia indiscriminada”. Criticó que la operación criminal se desarrolló sin tener “objetivos claros” y señaló que derivará en la muerte de personas inocentes.
En Río de Janeiro, un megaoperativo policial contra el Comando Vermelho (CV), la facción narco más poderosa de la ciudad, dejó más de 130 muertos, lo que lo convierte en la redada más letal en la historia carioca. El episodio revela la compleja red de organizaciones criminales que operan en Río: por un lado, las bandas dedicadas al narcotráfico, lideradas por el CV y surgidas de sus escisiones; por el otro, las milicias paramilitares formadas por expolicías y otros agentes que controlan amplias zonas periféricas.
Unas 130 personas murieron en Río de Janeiro por los operativos de seguridad
Las advertencias de la oposición
Las imágenes de Río de Janeiro también generaron una reacción en la oposición. El senador del Partido Nacional Javier García le pidió al gobierno que el Ejército sea desplegado en la frontera con Brasil.
“Lo que está pasando en Río genera una fuga de bandas criminales que se van del lugar. Por el otro lado, también genera un efecto de contagio. Esto que pasó en Río de Janeiro no se concentra solo allí. Por lo tanto, la ley uruguaya lo permite, y ya lo usamos con otras características. El Poder Ejecutivo debe desplegar al Ejército en frontera. El Ejército estuvo desplegado en los momentos de pandemia, cerró las fronteras y evitó 3.600 ingresos de personas en forma ilegal al Uruguay”, dijo García, quien durante el gobierno anterior fue el ministro de Defensa Nacional.
Nicolás Martinelli, ex ministro del Interior y también senador del Partido Nacional, coincidió en que son necesarias medidas de control en la frontera. El ex secretario de Estado dijo que se comunicó con la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, para interiorizarse en cómo estaba siguiendo el tema el gobierno de su país. “Hay que verlo con preocupación sobre todo por el efecto rebote que puede tener en el sentido de que a este grupo organizado –que tiene la favela prácticamente tomada por la Policía– se le va a dificultar comenzar a moverse”, explicó.
