Los dirigidos por Jason Kidd se impusieron por 124-103 y se consagraron campeones de la conferencia oeste luego de cerrar la serie a siete partidos por un contundente 4-1.
Con una actuación fuera de órbita de las estrellas Luka Doncic y Kyrie Irving, los Dallas Mavericks derrotaron este jueves por 124-103 a los Minnesota Timberwolves para conquistar la corona de la Conferencia Oeste de la NBA y llegar a la final de la liga donde ya los esperan los Boston Celtics.
Los Mavs se impusieron 4-1 en las finales de conferencia al mejor de siete partidos y regresaron a las finales de la NBA por primera vez desde que ganaron el título en 2011. Doncic marcó el camino al triunfo anotando 20 puntos en el primer cuarto para que los Dallas sumaran su tercer título de la conferencia Oeste.
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El esloveno superó por un punto al esfuerzo colectivo de los Timberwolves que perdieron 35-19 el primer cuarto. ”Esto es de todo el equipo, no es solamente mío. Significa mucho, vamos a las finales de la NBA y todavía no lo puedo creer”, remarcó Doncic.
“Mi mente estaba en marcar el camino, sabía que iba a tener una marca doble y teníamos que dedicarnos a jugar baloncesto”, agregó.
En total Doncic anotó 36 puntos y sumó 10 rebotes y cuatro asistencias. Y junto a Kyrie Irving se combinaron para anotar 72 puntos en una noche en la que el base sumó a sus 36 puntos, cuatro rebotes y cinco asistencias.
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“Hay que disfrutar el momento y darnos cuenta lo que cuesta llegar a este punto, no hay nada garantizado en esta liga”, dijo a su vez Irving quien ha disputado las finales de la NBA en cuatro ocasiones.
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En el tercer cuarto, los Mavericks alcanzaron una ventaja de 36 puntos. Minnesota respondió en el último período estando al borde de la eliminación y logró acortar distancia la diferencia a 21 puntos pero con poco menos de tres minutos en el reloj ambos entrenadores hicieron ingresar a los jugadores suplentes con el partido definido.
”Este grupo tiene una conexión especial. Estamos jugando en un gran nivel pero este es un grupo especial con una conexión dentro y fuera de la cancha”, concluyó Jason Kidd, entrenador de los Dallas Mavericks.