La paliza que recibieron los dirigidos por Jason Kidd fue inesperado para los hinchas del equipo texanos quienes esperaban ver un partido parejo.
Los Boston Celtics se llevaron este jueves el primer partido de las Finales de la NBA arrasando a los Dallas Mavericks por 107-89 gracias a una dupla estelar formada por Kristaps Porzingis y Jaylen Brown.
El extraordinario partido que jugó Porzingis, quien volvía tras estar sin jugar por más de un mes por una lesión, desequilibró el partido a favor de Boston. El pivot anotó 20 puntos (18 de ellos en una primera mitad maravillosa).
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Tras alcanzar la final luego de pasearse por una conferencia Este sin rivales de su talla, había dudas sobre cómo llegaban los Celtics a las Finales. Pero, en el momento de la verdad, Boston le recordó a los olvidadizos por qué fue el mejor equipo de la temporada.
El segundo encuentro de las Finales se jugará el domingo también en el TD Garden de Boston.
Los de verde llegaron a tener una ventaja de 29 puntos en una primera parte majestuosa y también lograron apagar un incendio cuando en el tercer cuarto los Mavericks se pusieron a solo 8 puntos.
Porzingis y Brown, que marcó 22 puntos, encabezaron a unos Celtics muy superiores y en un partido en el que Jayson Tatum anotó solo 16 puntos.
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Luka Doncic fue el mejor de los Mavericks con 30 puntos y 10 rebotes pero solo repartió una asistencia. Kyrie Irving, muy abucheado tras su polémico paso por los Celtics (2017-2019), vivió una noche de pesadilla con 12 puntos y un pobre 6 de 19 en tiros.
Boston no gana el título desde 2008 y busca en estas Finales su anillo número 18, lo que le permitiría desempatar con sus eternos rivales: Los Angeles Lakers (17).