15/01/2025 13:53hs.
¿Si me arrepiento de haberme ido de River? Sí. Por eso me gustaría volver a los 27, 28 años, a una edad en la que no esté para el retiro. Quiero volver y estar bien. No me gustaría hacerlo a los 30 ó 31 años y que esté con lesiones, que sufra el fútbol. Quiero ir a disfrutar: eso lo tengo decidido”. En plena pandemia, aislado del frío ruso en su departamento, Sebastián Driussi le anticipaba a este diario lo que ya es una realidad: a los 28 años, el Gordo vuelve a su casa.
Y vuelve a lo grande: convencido de que este era el momento después del diálogo con un Gallardo al que le dio la palabra hace más de un mes, SD se plantó, se declaró en rebeldía con el Austin FC donde es jugador franquicia, capitán e ídolo, no le importó la sanción que le cabió por no presentarse a la pretemporada en Texas, no le importó bajar a menos de la mitad el impactante salario que percibía para ser uno de los top cinco mejores pagos de la MLS sólo por detrás de Messi, Lorenzo Insigne, Sergio Busquets y Shaqiri, no le importó la oferta superadora que le hizo el grupo Foster Gillette para llevarlo a Estudiantes.
Sí: no se podrá decir que Driussi no hizo todo lo que estaba a su alcance para regresar. Pero tampoco se podrá decir eso sobre River, que para sacar al punta de Estados Unidos debió invertir una cifra récord para este mercado de pases en el que ya se había asegurado seis futbolistas: serán u$s 10.000.000 fijos los que pone el CARP para comprar su ficha, sin contar que le firmará un contrato top para el fútbol argentino. “El jugador está dando todo y River también”, resumió este martes Jorge Brito desde SMA.
Un martes en el que, después de una primera oferta rechazada, desde Núñez se estiraron un poco más para ver luz verde en la transferencia del delantero, que se hará la revisión médica en estas horas, firmará un contrato por cuatro años y será presentado el 21/1 en el amistoso contra México como Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Enzo Pérez, Gonzalo Tapia, Giuliano Galoppo y Matías Rojas.
Sebastián Driussi posó con el conjunto de River durante sus vacaciones (Instagram @martinilfigaro).
Después, claro, necesitará un tiempo de trabajo lógico para ponerse a punto más allá de que pasó las últimas semanas entrenándose por su cuenta con un profe en Buenos Aires: por el calendario yanqui, no juega un partido oficial desde el 19 de octubre del año pasado.
“Te soy sincero: a veces mariconeo un poco en ese sentido, se hace complicado. Si te digo la verdad… Todas las vacaciones cuando vuelvo se me pasan mil cosas por la cabeza. Pienso: quiero volver a River, quiero volver a River, quiero volver a River, quiero estar en Argentina”, decía en la misma entrevista hace tres años y medio. Ahora sí: el Gordo va a cumplir un sueño que le ocupa su cabeza desde hace años.
No se dio allá a comienzos del 2021, cuando MG lo llamaba todos los días para tratar de llevarlo a préstamo desde el Zenit: en aquel momento estaba todo dado para pegar la vuelta, pero la chance se cayó por una decisión ajena, la del atacante brasileño Pepê, que tenía todo arreglado para llegar al club ruso como su relevo y, sobre el cierre del mercado europeo, terminó optando por pasar al Porto. No tenía que darse en ese momento, se ve. Se da ahora, con un Driussi más maduro pero en plenitud: siempre fue una debilidad para un Gallardo que ahora tendrá otra de sus prioridades para el armado del plantel 2025.
Driussi junto a Jorge Brito en el Monumental.
“Estas 24 horas son clave. Las cosas quedan en manos de Austin y esperamos tener novedades hoy, si no se va a poner difícil. Somos optimistas de tener buenas novedades”, anticipaba Brito lo que ocurriría en el transcurso del día. El presidente sabe lo que costó una negociación que se dilató demasiado y en la que aparecieron agentes externos que entorpecieron los últimos días de charla: específicamente, Foster Gillette y Estudiantes, que elevaron una propuesta de 10,5 millones de dólares más un millón en bonus.
La tapa de Olé de este miércoles, con el anticipo de la llegada de Driussi a River
La tapa de Olé, con el anticipo de la llegada de Driussi.
“Habrá que preguntarle a Austin si llegó la oferta. Es raro… El jugador manifestó su deseo de jugar en River. Yo no hago ofertas sin tener previamente el consentimiento del jugador, pero cada uno está en su derecho de hacer lo que quiera con su plata, o con la plata que le prestan», deslizó JB su fastidio con el conglomerado que encabeza el magnate estadounidense y, por default, con el Pincha.
Lo cierto es que los dolores de cabeza van quedando atrás: Driussi será jugador de River y le pone así la frutilla del postre a un mercado explosivo signado por los regresos.
Los trabajos de Driussi en Buenos Aires
River Plate –
Mientras se resuelve su futuro, Driussi entrena intensamente en la Argentina
Video: Thunder