El ministerio de economía de Luis Caputo envió una nota a las provincias, instando a que tomen medidas para que los municipios recorten las tasas municipales que afecten a las recaudaciones que pueda hacer “nación” de las mismas. Lo que encendió enojos, reproches y un comunicado formal.
Juego de damas en un escenario complejo
El gobierno no publicó este escrito que habría enviado a las provincias, en su lugar difundió un comunicado de prensa.
En el mismo, el gobierno hace responsable a estas tasas municipales de “perjudicar a los esfuerzos del Gobierno Nacional para evitar incrementos en la presión tributaria. A su vez, estos afectan los costos de los bienes y servicios, e impiden una mayor reducción de la tasa de inflación nacional, perjudicando al ciudadano y a las diferentes jurisdicciones”.
Caputo difundió este artículo en su cuenta de “X”, acusando que los intendentes son quienes obstaculizan un supuesto proceso de “baja de la inflación”. No casualmente en días previos a la publicación sobre la cifra de inflación de diciembre, que arrojaron datos de una inflación anual del 117,8% durante el 2024.
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La respuesta no se hizo esperar
A raíz de esto, más de 500 intendentes agrupados en la Federación Argentina de Municipios (FAM), liderada por Fernando Espinoza, lanzaron un comunicado contra el Ministerio de Economía, denunciando un “profundo desconocimiento” de Caputo sobre la autonomía municipal y sus facultades constitucionales.
Los intendentes advirtieron que de eliminarse estas tasas, se vería un significado deterioro en areás y servicios esenciales dependientes de los municipios como educación, seguridad, salud, obra pública y asistencia social. Argumentaron que los municipios solo gestionan el 5% de los recursos públicos totales.
“No son las tasas municipales las responsables del alto costo de vida, sino los tarifazos, la devaluación y la concentración de riqueza en pocos sectores”, enfatizaron respecto a los números de la inflación y el costo de vida.
Claro está que el gobierno busca incrementar su recaudación de donde sea, con la necesidad de controlar el dólar y hacer caja para afrontar los vencimientos de deuda y el pago al FMI.
Mientras que los intendentes, también buscan incrementar sus cajas, pues su juego político consta en “suplir” los ingresos que ahora no manda nación y los malos servicios brindados por el poder nacional a las provincias como en materia de seguridad, salud y educación a costas de la precarización laboral en sus municipios.
Es un nuevo capítulo en la pelea de la superestructura por las cajas y la recaudación, mientras el nivel de vida aumenta día a día.
La política de la casta
Es obvio que el gobierno nacional pretende que la recaudación solo sea a nivel nacional y los municipios quieren tener caja para la política electoral. Ahora, en esta pelea por los fondos no se está discutiendo como estos vuelven a la gente, sino que la discusión es quién se queda con lo que se le saca a la gente.
La política sigue garantizando sus cajas mientras crece la pobreza y los problemas estructurales. La casta sigue con los privilegios de siempre y lo que se discute es como los administra.
Es necesario dar vuelta todo, para terminar con la casta, sus cajas y privilegios es necesario fortalecer a la izquierda en las calles y en las legislaturas.