martes, 21 enero, 2025
InicioDeportesEl simple hábito que ayuda a prevenir la pérdida de memoria

El simple hábito que ayuda a prevenir la pérdida de memoria

Un enigma que se asoma a la vida de muchas personas, manifestándose de maneras que pueden ser tan sutiles como perturbadoras. Repentinos dolores de cabeza, desvanecimientos momentáneos de la memoria, poca capacidad de atención o de retención de la información son solo algunos de los problemas más frecuentes en la diaria, los cuales actúan como un velo oscuro que parece nublar el funcionamiento cerebral. Estos síntomas, que al principio pueden parecer desconectados, conforman una red de malestar en expansión que puede ser subsanada o aliviada −en la mayoría de los casos− con un simple hábito.

La evidencia revela una impensada conexión entre estas manifestaciones y un elemento que, aunque vital para la existencia, a menudo se pasa por alto: la hidratación. Y es que el cuerpo humano, en su búsqueda por el equilibrio, no deja que ningún detalle pase desapercibido; precisamente, la relación entre la falta de hidratación y la salud cerebral se vuelve palpable en los síntomas ya mencionados.

Uno podría pensar que, en consecuencia a lo mucho que se habla de la importancia de mantenerse hidratado y de beber una cantidad determinada de agua por día, estos problemas serían evitados; sin embargo, poca gente cumple con las recomendaciones profesionales.

Tiempo atrás, investigadores de Harvard Medical School, destacaron que la cantidad recomendable de agua a consumir por día varía entre cuatro y seis vasos, en lugar de ocho, como cree la mayoría. No obstante, la dosis precisa es imposible de saber dado que según los estudiosos “no se puede hacer una recomendación que sirva para todo el mundo. La indicación va a depender de la dieta, el clima y el nivel de actividad física que tiene un individuo”.

Sumado a ello, la Fundación Aquae −una organización comprometida con el derecho universal de acceso al agua, con su cuidado y su consumo responsable− revela que el descenso de tan solo un 2 por ciento de agua en el cuerpo puede causar una pérdida momentánea de memoria, dificultad con las matemáticas básicas y problemas al enfocar la vista sobre una pantalla de computadora o sobre una página impresa. “El mecanismo de la sed es tan débil que con frecuencia el 37% de los seres humanos lo confunde con hambre. Sin embargo, la deshidratación es un problema serio”, afirma la institución.

Tiempo atrás, investigadores de Harvard Medical School, destacaron que la cantidad recomendable de agua a consumir por día varía entre cuatro y seis vasos, en lugar de ocho, como se cree popularmente

El cerebro depende en gran medida de un equilibrio adecuado de líquidos para funcionar correctamente. “Cuando el cuerpo está deshidratado disminuye el suministro de sangre al cerebro, lo que puede afectar negativamente el rendimiento cognitivo y la función cerebral en general. La deshidratación puede llevar a dificultades en la concentración, la memoria, el procesamiento de información y la toma de decisiones”, explica Matías Baldoncini, médico neurocirujano de la Universidad de Buenos Aires. Además, advierte que el efecto dañino en el cerebro no se limita a grupos etarios específicos sino que puede afectar a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. Sin embargo, destaca que la sensibilidad a la deshidratación sí puede variar según la edad y la salud general de cada individuo.

“La sinapsis, las conexiones entre las neuronas, las células que las sostienen y las cuidan junto con todo el tejido nervioso requieren de agua para funcionar adecuadamente. Cuando esa cantidad de líquido disminuye aparece la disminución del rendimiento cognitivo, la dificultad para concentrarse, tomar decisiones y esto repercute en la memoria a largo plazo”, cuenta Alejandro Andersson, médico neurólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires. A continuación, añade que la deshidratación también impacta en el estado de ánimo. “Causa irritabilidad, ansiedad, cambios del temperamento y fatiga mental, que te hacen sentir más cansado y menos alerta”, dice.

Andersson explica que, frente a la disminución del agua en el cuerpo, el cerebro: se retrae, tironea determinadas estructuras anatómicas, modifica el diámetro de los vasos sanguíneos, tira de las meninges y reduce la función motora. “Esto último sucede porque el cerebro juega un papel muy importante en toda la coordinación motora y en el equilibrio y la coordinación visual motriz. Por eso, si estás deshidratado tenés más posibilidad de tener un accidente”, agrega.

La deshidratación también provoca una reducción de energía y niebla mental. Esta es la conclusión de un estudio publicado en la revista Nutrients en el que también se señala que hidratarse con frecuencia mejora la salud cerebral y previene la somnolencia y la pérdida de memoria.

Coincide con esto lo publicado en una investigación realizada por The American College of Sports Medicine en la que se analizó la respuesta de los participantes de la muestra a intervalos de ejercicio físico en los que estuvieran hidratados y en los que no. Gracias a la implementación de un escáner que era capaz de hacer una imagen de los cambios que sucedían en sus órganos notaron que los ventrículos −dos cavidades inferiores del corazón, una en el lado derecho y la otra en el lado izquierdo− se expandían si no se reemplazaba el agua que se perdía. Una manifestación contraria a lo que sucede cuando las personas sí se hidratan. También encontraron que, en el grupo de los deshidratados, las áreas cerebrales que se encendían cuando se les pedía llevar a cabo una tarea mental tenían una actividad mayor; no obstante, los resultados de los ejercicios mentales eran peores. Lo que infiere que el cerebro se esforzaba más en la tarea, pero no obtenía resultados efectivos.

El cerebro depende en gran medida de un equilibrio adecuado de líquidos para funcionar correctamentePEXELS

En cuanto a la reversibilidad del deterioro cognitivo causado por la deshidratación, en muchos casos los profesionales coinciden con que este puede ser reversible una vez que la persona se hidrate adecuadamente. “Cuando se reponen los niveles de líquidos en el cuerpo, el flujo sanguíneo al cerebro se restablece, lo que puede mejorar rápidamente la función cognitiva”, dice el Dr. Baldocini. Sin embargo, advierte que, en casos extremos de deshidratación prolongada o severa, es posible que haya un daño cerebral irreversible.

Para prevenir o evitar sus efectos en la función cerebral, los especialistas recomiendan tener estas pautas en cuenta:

“Principalmente aquellos atletas que realizan actividad física muy intensa y sobre todo en climas cálidos en los que transpiran demasiado. En estos casos hay riesgo de deshidratación y deben tener muchísimo cuidado y volver a ingerir la cantidad de agua y de sales que necesita su cuerpo para poder seguir funcionando”, explica el Dr. Andersson. Sumado a ello, hace hincapié en que los grupos de riesgo restantes se relacionan con condiciones médicas; “enfermos renales, pacientes diabéticos y personas que toman diuréticos tienen que tener un cuidado extra”, sostiene.

Finalmente, advierte que en las poblaciones con demasiada cantidad de adultos mayores se deben tener los recursos necesarios para mantener a las personas hidratadas −especialmente durante temporadas de calor− dado que es un grupo social que puede tener fuertes consecuencias en la salud por la falta de líquido.

“Tienen que tener cuidado aquellos atletas que realizan actividad física muy intensa y sobre todo en climas cálidos en los que transpiran demasiado”, explica el Dr. Anderssonshutterstock – Shutterstock

Conforme a los criterios de

Más noticias
Noticias Relacionadas