La irritabilidad y la agresión van de la mano, todos los días, en diferentes lugares, los ánimos alterados de las personas dicen presente. En este caso, un hombre que venía en una motocicleta y un conductor de un auto protagonizaron una violenta discusión de tránsito en el cruce de las calles 10 y 50 de la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. El intercambio verbal escaló hasta el punto que el hombre que iba en el rodado de menor porte, intentó agredirlo con una cadena que utilizaba para atar su moto.
El caso sucedió ayer al mediodía, presuntamente por una mala maniobra del conductor del auto Volkswagen de color gris. La imprudente maniobra del conductor del auto en contra del motociclista derivó en una pelea que provocó un verdadero caos en la zona.
Unos metros más adelante, el joven de la moto se bajó de su rodado levantando el asiento y extrajo una cadena doble, con la que avanzó velozmente sobre el conductor del auto. La secuencia fue grabada por una persona que circulaba por la zona en ese momento.
A la persona que filmaba, se la escucha dialogar con otra persona a la que le dice: “Ahí aparece, mira” estaba acompañada por otra que le pedía: “Me muero, por favor deja de filmar por si todavía viene acá”, mientras, el enajenado motociclista seguía a los gritos y amenazaba revoleando la cadena violentamente.
Por su parte, el hombre que estaba sentado en su auto, nunca bajó y a medida que avanzaba el motociclista levantaba los brazos y movía desesperado las manos para evitar el brutal ataque contra su rodado.
Luego de gritar desaforadamente a centímetros de la ventanilla del Volkswagen, el motociclista se volvió caminando, guardó la cadena y se subió a su moto y se retiró del lugar sin haber tenido contacto físico con el conductor del auto.
Lo insólito de toda esta situación, que no pasó a mayores, a pesar de los agravios y amenazas, fue que toda la secuencia fue presenciada por un inspector de tránsito que nunca intervino, ni trató de controlar la situación, ni tuvo intención de mediar ante lo que podría haber sido una situación de violencia física.
Otro caso de violencia en las calles pasó en Rosario, en octubre de 2024, entre un taxista y un automovilista, que, por un lugar en el estacionamiento frente a un sanatorio, de la discusión pasaron a las piñas, terminaron a las patadas.
El altercado se habría generado debido a una extensa fila de taxis que se encontraba en la calle. Una persona filmó un video, lo subió a las redes y este se viralizó.
Allí, a través del vidrio, se pudo observar cómo el conductor del auto se bajó tocando bocina y levantó la mano mientras le gritaba algo al taxista, que se encontraba más adelante.
El inconveniente surgió no solo por la congestión de taxis, sino también porque ocupaban el estacionamiento reservado para pacientes o personas que descienden del sanatorio. El taxi se encontraba con las balizas puestas.
En el video se veía cómo sus palabras generaron el enojo del taxista que, al acercarse, empujó rápidamente al hombre y le revoleó un golpe en la cara en medio de la fila de autos y taxis.
El hombre cayó al piso y se salvó por pocos centímetros de golpear su cabeza contra el cordón de la vereda, igualmente se defendió tirando una patada a la cara del taxista que no logró amedrentarlo y el taxista siguió pegándole patadas. Otro colega tuvo que intervenir para que de esa forma evitar un final trágico.
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