En la actualidad, dentro de las operaciones pasibles de inversión en el mercado, los jugadores consideran al fideicomiso inmobiliario, como un vehículo rentable y seguro.
La inversión puede tener tres vocaciones: renta, propiedad o la combinación de ambas.
Como opción superadora contamos con la figura del fideicomiso financiero con oferta pública. La Oferta Pública reúne a una mayor cantidad de inversores, entre otros, los institucionales, como es el caso de las Compañías de Seguros y al público en general.
Por su parte, uno de los grandes beneficios que otorga esta figura, es que, conforme a la ley, el resultado derivado de la enajenación de los certificados de participación con oferta pública, por parte de personas humanas, sucesiones indivisas residentes argentinos, no tributan impuesto a las Ganancias.
Si le sumamos a lo señalado, la tokenización de los certificados de participación, los beneficios se incrementan. En el caso que nos ocupa, la tokenización consiste en el proceso mediante el cual el certificado de participación se transforma en un token, es decir, la representación digital del mismo.
La tokenización brinda mayor liquidez, mayor dinámica en su transmisión y transparencia.
De forma completamente digital, cuando un inversor desea vender su token, se contacta con su agente de bolsa, quien intermedia en la operación. Se notifica al fiduciario y se le envía el extracto de la operación al inversor. Se informa también a caja de valores, en su calidad de agente de registro.
(*) El autor es especialista en Derecho Corporativo. Fintech, Derecho Bancario y Financiero.
